¿Qué haríamos en Campos de Esperanza sin el apoyo de las y los docentes? Nuestra labor simplemente no estaría completa, ya que su ayuda como formadores y guías de niñas, niños y adolescentes es fundamental para prevenir el trabajo infantil y la deserción escolar, así como promover los derechos de la niñez. Por eso, en este día mundial de las y los docentes te queremos presentar la historia de la maestra Carmen.
Actualmente, Carmen es directora de una de las escuelas en Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca, que ya participa en el modelo CAMPIH (Campos de imaginación, aprendizaje y desarrollo de habilidades para la prevención del trabajo infantil) desarrollado por el programa Campos de Esperanza. La maestra ha sido voluntaria en World Vision México ¡por 19 años!: “He trabajo con Visión Mundial desde que estaban en la Coraza y en Arroyo, iba a todos los talleres, diplomados y cursos que impartían. Estoy apoyando a Campos de Esperanza desde que arrancó y he visto un gran cambio en la comunidad en cuanto al tema de trabajo infantil, porque ya la gente está más consciente”.
La maestra se graduó del reciente diplomado “Estrategias para mejorar el bienestar de la niñez en educación básica”, ya que le interesa continuar aprendiendo y actualizándose como parte de su formación docente. “Nadie quiere sacrificar un sábado para ir a estudiar, pero yo dije lo voy a hacer, nunca falté. Diseñamos nuestro proyecto enfocado a los temas de trabajo infantil, prevención de la violencia y cómo cuidar a las niñas, niños y adolescentes de la explotación. Gracias al diplomado ahora lo ponemos en práctica con los padres y madres, los sensibilizamos sobre su responsabilidad de velar por la salud, la educación y brindarles un hogar que los proteja, porque la niñez tiene derecho a una infancia con juegos, integral, donde puedan reír y estudiar”.
Además, la maestra Carmen se esmera día con día en compartir su aprendizaje con sus compañeras y compañeros docentes: “Mis reuniones generales las empiezo con temas de motivación y reflexión, para que salgan a hacer su trabajo dando lo mejor”. Pero no es una tarea sencilla, ya que se enfrenta a un gran reto que es la disponibilidad de tiempo: “Muchas compañeras y compañeros quieren cubrir solo su horario e irse, pero les comento que debemos estar disponibles para colaborar. También el compañerismo y la integración son otros retos, porque no todos tenemos las mismas ideas y hay que aprender a respetar”.
En su rol como directora, Carmen sabe muy bien el papel fundamental que juegan las y los docentes en la educación de la niñez, no solo para enseñar sino también para adaptarse a las necesidades de los padres y madres, tanto económicas como emocionales, por eso es que CAMPIH ha sido de gran ayuda para su escuela. “Tanto los pupilos como los tutores se han favorecido del proyecto, los que van más avanzados apoyan a sus compañeros rezagados y afortunadamente los padres y madres recibieron muy bien la idea, porque saben que es en beneficio para sus hijas e hijos”, mencionó la maestra Carmen sobre este nuevo modelo.
¡Muchas gracias, maestra Carmen, por el apoyo que nos ha brindado a lo largo de estos años!