La panadería de Aurora

Me entusiasma ver que mi pan se vende: eso me motiva a continuar.

En lo alto de la sierra de Zongolica, Veracruz, la señora Aurora ha encontrado en su panadería, ‘Cruz Verde’, no solo un negocio, sino una forma de impulsar el futuro de su familia. Como participante del proyecto EQUAL, ella desarrolló su espíritu de emprendimiento y su formación profesional para la creación de su panadería. Con esta capacidad y el capital semilla, su negocio se convirtió en una fuente constante de ingresos para ella y su familia.

Entre sus labores domésticas, encontraba el espacio para asistir dos veces por semana al curso de “Panadería y pasteles finos” impartido por una institución educativa local. La señora Aurora conoce de diversos saberes con los que contribuye a la economía familiar, como la producción de café; sin embargo, su panadería es lo que le ha dejado una mayor ganancia.

Aurora se levanta temprano para hornear, y en su comunidad le compran para regresar a sus hogares con bolsas de pan que acompañarán su desayuno o cena. “Yo no esperaba recibir un apoyo así, fue una gran sorpresa”, comparte. “Me entusiasma ver que se llevan cincuenta o cien pesos de pan: eso también me motiva a seguir adelante”.

Cuando recibió su primer pedido grande—1,200 piezas para un evento—no podía creerlo. Fue un momento de orgullo y también un reto: se dio cuenta de que su proceso de producción necesitaba mejoras. “Aún me faltan cosas para hacerlo más eficiente, pero poco a poco lo lograré ahorrando parte de las ganancias”, dice con determinación. “Apenas llevo dos meses de mi emprendimiento y ya he logrado pagar las inscripciones, útiles, calzado y pasajes de mi hija e hijo, quienes estudian el bachillerato”, menciona Aurora muy orgullosa.

La participación de la señora Aurora en los talleres y pláticas del proyecto EQUAL, también ha impactado en otras áreas de su vida, como la dinámica con su esposo y la educación de sus hijos. “Mi esposo es campesino, pero él sabe que me puedo hacer cargo de nuestra familia cuando él sale a trabajar. Y si está en la casa, me apoya para ir de comunidad en comunidad a vender el pan; hacemos equipo para tener una economía más estable.”

Después de la escuela, su hija e hijo, aprenden los fundamentos de la panadería y la gestión empresarial: “Creo que, si tienen estos conocimientos, más adelante en la vida, podrán montar su propio negocio, además de seguir una carrera profesional si así lo deciden.” Con las ganancias de su negocio, Aurora pudo ayudar a su hijo mayor a terminar su licenciatura en Ingeniería Industrial.

 

Los planes a futuro de la señora Aurora incluyen expandir su panadería y quizá abrir una cafetería. Estas actividades también le han inspirado para abrir un canal de YouTube y compartir su vida en el campo, mostrando sus actividades diarias, los panes que hornea, la belleza de la naturaleza e invitar a las y los viajeros a conocer la parcela que quiere construir con su esposo. 

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