Cada 20 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Justicia Social, un concepto que engloba muchos retos que, como sociedad, todavía tenemos que resolver, pero ¿de qué se trata exactamente?
La justicia social se basa en la igualdad de oportunidades y en los derechos humanos, más allá del concepto tradicional de justicia legal. Está basada en la equidad y es imprescindible para que cada persona pueda desarrollar su máximo potencial.1
Esta justicia no puede alcanzarse si no existe la paz, la seguridad y muy importante, el respeto de los derechos humanos y laborales que deriven en un desarrollo sostenible, que mejore la calidad de vida y las oportunidades de empleo digno para todas y todos. La justicia social también es uno de los elementos claves para erradicar el trabajo infantil. Al proteger a las niñas, niños y a sus familias, la justicia social contribuye a dar a todas y todos, las mismas oportunidades para desarrollar su potencial y tener una vida saludable, feliz y productiva y que sus madres y padres cuenten con un empleo digno.
El promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar y la justicia social universal son objetivos del Día Mundial de la Justicia Social, proclamados en 2008 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) –ya en la era de la economía digital–, y que también están contenidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.2 Sin embargo, el contexto de los últimos años a causa de la pandemia por COVID-19 ha dificultado alcanzar estos objetivos.
Más del 60 por ciento de la población mundial empleada, es decir, 2 000 millones de mujeres, hombres y jóvenes, se ganan la vida en la economía informal. La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve la vulnerabilidad de los trabajadores informales ya que, a menudo, carecen de cualquier forma de protección social o beneficios relacionados con el empleo. Ello se traduce en que tienen el doble de probabilidades de ser pobres en comparación con los trabajadores regulados.3
En el caso de las mujeres, al trabajar en la economía informal no cuentan con la protección de sus derechos laborales, no cuentan con un contrato, se pone de manifiesto la brecha de género al recibir salarios más bajos en comparación con sus compañeros hombres que realizan el mismo trabajo, y ponen en riesgo su integridad física y emocional al estar expuestas a acoso laboral y sexual y no solo eso, hay ocasiones en las que deben reducir su jornada laboral para hacer frente al trabajo no remunerado de cuidado de sus familias después de la maternidad.
En el sector agrícola mexicano, las mujeres rurales representan el 15% de los productores que existen, de acuerdo a cifras de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). Sin embargo la falta de justicia social se sigue viviendo cuando no pueden tener acceso a la tierra si no es a consecuencia de una herencia e igualmente tienen acceso limitado a programas de capacitación y orientación.
Desde el proyecto EQUAL, sabemos que promover la Igualdad de Género y la defensa de los derechos laborales de las mujeres agrícolas, es ser parte de las acciones necesarias para defender los principios de justicia social, eliminando las barreras que limitan e impiden el acceso de las mujeres a más y mejores oportunidades, a participar en la toma de decisiones y en el desarrollo de sus comunidades como agentes de cambio.
Para conocer más de Proyecto Equal, síguenos en Facebook como EQUAL, el proyecto de equidad laboral de World Vision México y en Twitter como @EQUAL_WV.
1 UNICEF, Día Mundial de la Justicia Social, Día Mundial de la Justicia Social | UNICEF
2 Gobierno de México, Día Mundial de la Justicia Social, Día Mundial de la Justicia Social 2021 | Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx)
3 ONU, Lograr la justicia social a través del empleo formal, Día Mundial de la Justicia Social | Naciones Unidas